Wednesday, September 17, 2008

”Salon music at Schumann’s Bar”





El Schumann’s Bar supone un escenario tan mítico como el Gran Caffé Quadri de Venecia, un local donde la música se derrama por sus ventanas a todas horas y pequeños grupos de cámara han hecho bailar a la nostalgia con la noche y el sano cachondeo inteligente sin miedo a la resaca del día después. Klaus y Michaela Neftel han compilado dos decenas de piececillas con arreglos propios –para violín solista, principalmente– y ajenos –del acordeonista Wieslaw Pipczynski, otro de los muchos integrantes que componen el seno de Prima Carezza, y de autores como Karl Satow o Helmut Ritter– con los que pretenden dar un repaso a una muestra de esa música oscura de aire popular que sonó en tierras germánicas a principios del siglo XX antes de ser perseguida y/o censurada por el partido nazi. Valses, tangos y polkas se entremezclan con temas tradicionales zíngaros y hebraicos (Czardas, Dinicu, Boulanger), pero también con extractos de operetas y clásicos que se han vuelto célebres por su uso cinemático (Ojos negros, Brahms, Massenet). Músicas felices de las que animarían un velatorio, pero también signos de una época tan rica culturalmente como diversa en gentes, y cuyo ejemplo de armonía ha quedado hoy día proscrito al olvido. Tres años llevaba su productor y principal valedor, Stefan Winter, acariciando este proyecto, ilusionado por los recuerdos de su madre en Munich. Ojalá el regalo no la deprima por esas golondrinas que ya jamás volverán sus nidos a colgar. // Iván Sánchez Moreno

0 Comments:

Post a Comment

<< Home