Thursday, February 26, 2009

Refuge Trio = Bleckmann, Versace y Hollenbeck - Winter&Winter


Theo Bleckmann, voz, procesado electrónico en directo
Gary Versace, piano, acordeón y teclados
John Hollenbeck, batería, percusión, crotales, vibráfono y glockenspiel


‘Irreal’ es la primera palabra que asoma cuando uno se enfrenta a Theo Bleckmann. Y no es una crítica, sino la descripción de una voz desmaterializada, de angelicales registros casi blancos y sinuosas líneas, capaz de saltar grandes intervalos sin aparente esfuerzo, de forma casi instrumental. Un algo de “no de este mundo” que también posee su biografía, como salida de la imaginación de Tim Burton: huérfano abandonado, campeón de patinaje, descubierto por Sheila Jordan en una de sus habituales clinics en Austria, aficionado al cabaret, letrista y guionista, autor de una obra con máquinas de coser que encuadernan la partitura de la misma… Todo podría parecer anecdótico si no reflejase de forma tan adecuada el arte técnicamente exigente y la imaginación lunática, entre un dulce lirismo y un suave toque grotesco, de Bleckman.

Habrá quien lo descubriese o se desconcertarse ya con su aparición como instrumento solista junto a Dave Douglas en el Force Green de Mark Dresser, a dúo con Sheila Jordan, en las partituras de gran banda de John Hollenbeck o en los interiorizados discos de Ben Monder. Pero esa es sólo su faceta más cercana a un jazz, digámoslo, idiosincrásico; también es miembro del ensemble vocal de Meredith Monk, y dentro del catálogo de Winter & Winter grabó Las Vegas Rhapsody junto a Fumio Yasuda y canciones de cabaret berlinés. Todo se mezcla en algo sin eje fijo, muy del marchamo de Winter, tan exquisitamente ajeno a cualquier género, participante de varias órbitas simultáneamente, personal y no del todo categorizable. Un agenerismo que el trío coliderado por Bleckmann expresa mediante una música que busca la belleza de lo pequeño, lo leve, lo frágil y lo onírico.

Más que temas, el trío crea auras sonoras por medio de la ondulante voz de Bleckman y láminas y cuerdas vibrando suavemente; un atmosferismo, a la vez escrito y producto de la improvisación, que persigue una evanescencia expresada en el estribillo de To What Shall I Compare This Life. Esa vocación de retiro, recogimiento y protección se expresa en el nombre del grupo, Refuge Trio, tomado de Refuge of the Roads de Joni Mitchell, corte con el que, en solitario, da Bleckmann inicio al álbum. El material en él incluido es profundamente heterogéneo, con las versiones de Misterioso de Thelonious Monk, y de Peace de Ornette Coleman, una atípica lectura en la cual los instrumentos comienzan en puntos distintos hasta coincidir en la exposición final del tema, así como piezas que se acercan a la canción de cuna, a lo oriental, a lo hímnico, a la tintineante cajita de música. En esta colección de cortes en solitario, a dúo y trío, la coordinación jazzística del grupo es impecable, no en vano la colaboración de Bleckmann- Hollenbeck data de largo tiempo, y el multinstrumentismo de Versace, cuyo background es el más estrictamente jazzístico, está empleado con gran tacto sin recurrir a esquemas y planteamientos habituales en esta música. Fina filigrana en este tejido de frágil y livianísimo brocado.

Ángel Gómez Aparicio

Noël Akchoté - Toi-Même


En El Conde de Montecristo, el protagonista explica cómo se da un beso de cocinero: se llena la boca de una mús de paté de jabalí con armagnac y besa largamente a su pareja... Dumas, o Montecristo, tiene razón: ¿para qué hacer las cosas a mitad? ¡Ahondemos en las sensaciones! Y así, de vez en cuando, el conde de Winter & Winter se encanalla y escoge como compañero de correría a Noël Achkoté (En el burdel, por ejemplo). El guitarrista Achkoté nos invita (Tú mismo, dice el título del álbum) Chez Fernand, uno de esos restaurantes de las afueras de París donde no llegó la nouvelle cuisine, restaurantes frecuentados por obreros de día y criaturas de los bajos fondos de noche, que son los que participan en la fiesta grabada en este CD: un poco de paisaje sonoro urbano, un toque de performance (con poetas incluidos: John Giorno, saliendo de un largo exilio o silencio), momentos chispeantes (Otto Lechner, acordeón), miradas nostálgicas o ajadas sobre el blues (Laetitia Sheriff), homenajes a los clásicos de la chanson (Red canta a Leo Ferré), unos números que se inscriben en la tradición del cabaret francés (reflexiones filosóficas sobre la imposibilidad de empalmar en el momento adecuado; Jean Louis Costes), y como guinda, una suerte de rap en el que Kevin Blechdom y Jean Louis Costes comentan sus técnicas masturbatorias y la dimensión de sus sexos...

... el oyente se encuentra un poco en la situación de ese personaje de Pavese que se pregunta cómo puede pasar al lado de tantas gentes sin interesarse por su pena. Luego todo se vuelve confuso y lento, no me entero de lo que dicen... como si los intérpretes, en medio de sus risas cómplices, a pesar de ellas, estuviesen utilizando sus últimas fuerzas para intentar aceptar su muerte, sabiendo que una muerte tan cruda no puede aceptarse... Acaso por ello, esos bruscos esfuerzos de dignidad, ese cansancio infinitamente continuado, desordenado para seguir viviendo... viviendo en ruinas, en campos de despojos que se parecen a una megalópolis tras el fin de la civilización, e incluso tras el fin de la barbarie

Pierre Élie Mamou

Noël Akchoté, guitarras eléctricas y dirección
Han Bennink, batería
Kevin Blechdom, coros, piano, banjo, arpa de boca
Jean-Louis Costes, coros, piano
John Giorno, voz, poesía
Brad Jones, contrabajo
Otto Lechner, acordéon
Fritz Ostermayer, coros, portátil, electrónica
Red, coros y guitarra eléctrica
Sebastian Reier, plato giratorio
Andrew Sharpley, coros, teclados, sampler
Laetitia Shériff, coros, guitarra barítono, bajo eléctrico